Nuestra Casa
La Casa de Daniel es la antigua residencia del guarda de la finca. Hecha de piedra, barro y madera de los alrededores, tiene unos 200 años de antigüedad. Hemos restaurado la casa, el pajar y la cuadra aledaños para ofrecer un espacio cómodo y acogedor. También contamos con una sala de 80 metros cuadrados perfecta para el desarrollo de actividades.
En nuestra finca de 350 hectáreas de monte y pradera, puede pasearse libremente y está lleno de rincones donde detenerse para admirar el paisaje, descansar o disfrutar de un rato de silencio. Cercanos a las casas están los sembrados y el huerto, así como una fuente de manantial y diversas zonas de estar y esparcimiento para los grupos y las familias que nos visitan.
Además puedes completar tu estancia con alguna de las actividades que ofrecemos en la propia finca o en los pueblos de alrededor, que harán que tengáis una experiencia inolvidable.